No nos referimos a ese tipo de flexible... pero está claro que ya no podemos ser rígidos en nuestra forma de pensar.
Bueno, aquí vamos de nuevo en el sur de California. Después de 119 días, estamos de vuelta a donde empezamos en marzo. Creo que hay una línea similar en la película, Jurassic Park, donde los personajes trabajan muy duro para salir del auto que ataca un dinosaurio, solo para terminar también de vuelta en el coche. Escasez de artículos de protección personales, equipos de prueba y camas de hospital. Y ahora estamos a punto de ser cerrados de nuevo. Sé que muchos otros estados en este país están en el mismo lugar. Y por supuesto, los países de todo el mundo están lidiando con muchos de los mismos problemas que nosotros, que no solo están relacionados con la salud, sino que también con desafíos económicos. Los israelíes protestan por la respuesta de su gobierno al virus cuando el desempleo llega al 20%. 1.9 millones han sido comprobados como positivos en Brasil, aterrizando en el segundo brote más grande del mundo detrás de los EE. UU. Y al igual que aquí, sus pueblos indígenas y de bajos ingresos son los más afectados. Las ciudades más grandes de Columbia están volviendo al encierro. Un nuevo estudio muestra que la respuesta del virus en México ha desplomado 16 millones de personas a la pobreza. Caracas, Venezuela está de vuelta en el encierro debido al aumento de números. Y etcétera.
Yo senti el golpe colectivo a principios de esta semana cuando el condado de Los Ángeles anunció que los niños no volverán a la escuela en agosto, sino que todo el aprendizaje será remoto. No tengo niños en casa, pero el impacto de tal decisión será tremendo, y de nuevo, no solo sera aquí en Los Ángeles. Si bien creo que todos reconocemos que los niños necesitan volver a la escuela con fines de aprendizaje, socialización y para aliviar el estrés de los padres para que pueden volver a trabajar, estoy de acuerdo con la decisión. Amo a los niños, pero son pequeños traficantes de gérmenes y si propagan el virus aún más no nos va a servir económicamente o en términos de salud a largo plazo. Pero wow. La cantidad de personas que ahora estarán sin trabajo es asombrosa. Trabajadores de cafeterías, trabajadores de alimentos y hostelería que proporcionan comidas a estudiantes, conductores de autobuses, conserjes, trabajadores de programas después de la escuela, ingenieros de mantenimiento, guardias de seguridad y supongo, personal docente.
No menciono todo esto para deprimirnos, sino para comenzar a arañar la superficie que realmente estamos experimentando una pandemia global que es un evento grave. Y como no hemos podido obtenerlo bajo control en muchos países, continuará interrumpiendo nuestras vidas sustancialmente. Y eso conducirá a cambios permanentes en la forma en que vivimos de una manera que aún no podemos concebir.
Vemos mucha resistencia en todo el mundo, desde negarse a usar máscaras hasta protestas contra gobiernos cerrando ciudades, a fiestas de Covid donde la primera persona en contraer el virus gana un premio, a los gobiernos masivos donde solo pasan la culpa política del uno al otro en lugar de tomar responsabilidad. Algunos se comportan de esta manera para evitar la incomodidad de confrontar la realidad de la situación, o más probable, la incertidumbre de la situación. A algunos nos hace sentir mejor, al menos en el término corto. Estamos conectados para evitar el dolor y la incomodidad, así que no tengo dudas, estos comportamientos van a continuar o incluso se intensificaran.
Lo curioso es que estamos creando mucho más sufrimiento para nosotros mismos y para los demás. Estamos comprensiblemente molestos por esta difícil situación, que tiende a conducir a cuestionamientos furiosos de que injusta puede ser la vida o que tan equivocadas están otras personas. Luego resistimos o luchamos contra la situación actual, provocando sentimientos de angustia por nuestro dolor. Este dilema es tan común que hace mucho tiempo, los budistas crearon una fórmula para describirlo: dolor (por) resistencia (resulta en) sufrimiento. El dolor es inevitable en la vida pero el sufrimiento es completamente opcional. Creamos la mayor parte de nuestro propio sufrimiento.
Es absolutamente doloroso perder su trabajo, pero es la incertidumbre de lo que puede hacer después que causa el mayor dolor. ¿Cómo encontrar un trabajo si su industria se cierra? ¿Cómo encuentra un trabajo cuando hay 40,000,000 de otras personas sin trabajo al mismo tiempo? Considere todo lo que estamos enfrentando ahora y verá una tendencia. ¿Qué pasa si tengo el virus? ¿Qué pasa si no puedo obtener un examen? ¿Qué pasa si mis hijos no pueden volver a la escuela? ¿Qué pasa si hay escasez de necesidades otra vez? ¿Qué pasa si pierdo mi negocio? ¿Qué pasa si tengo que dejar ir a mis trabajadores? ¿Cuánto durará esto?
La incertidumbre masiva con la que estamos lidiando es extremadamente dolorosa porque nuestros cerebros no están conectados para aceptar la incertidumbre. Entonces, en lugar de lidiar realmente con los problemas en cuestión, nos resistimos a evitar los sentimientos incómodos y eso es lo que crea el verdadero sufrimiento porque no estamos avanzando, estamos atrapados en tratar de luchar contra algo que no es luchable.
¿Qué es un enfoque mejor y más atento? Flexibilidad psicológica y la resiliencia. Si no siente que tiene suficiente de estas dos cosas, no se preocupe. No son rasgos con los que nace, pero son comportamientos, pensamientos y acciones que cualquiera puede aprender y, afortunadamente, la atención plena es una de las prácticas más poderosas para fortalecer estas habilidades. Hablamos sobre la resiliencia solo hace un par de semanas y cómo podemos fortalecerlo, pero creo que necesitamos agregar flexibilidad a nuestra caja de herramientas, ya que creo que estas dos combinados son las habilidades más importantes que podemos desarrollar ahora para asegurarnos de que podamos prosperar a través de la incertidumbre constante con la que estamos viviendo, y la cual estaremos para algún tiempo.
Puede recordar que la capacidad de recuperación es nuestra capacidad de adaptarnos y recuperarnos cuando las cosas no salen como planeamos. La flexibilidad psicológica, también conocida como adaptabilidad, es la capacidad de una persona para enfocarse en su situación actual y tomar las medidas adecuadas para lograr sus objetivos y valores, incluso en presencia de pensamientos desafiantes, sentimientos, recuerdos, etc. Personas que demuestran flexibilidad psicológica basa su comportamiento más en sus valores y metas y menos en sus eventos internos, como sentimientos incómodos, o las contingencias situacionales actuales.
La atención plena fortalece nuestra adaptabilidad porque nos permite concentrarnos en nuestros eventos internos difíciles atentamente. Al adoptar un enfoque consciente de las experiencias internas, no estamos desperdiciando energía mental al tratar de controlar y regular las experiencias psicológicas, así que en lugar de resistir que tan asustados, molestos o enojados nos sentimos al proyectarlos en otras personas o eventos, observamos sin prejuicios lo que sucede dentro y aplicamos compasión propia y sanando el dolor real que estamos experimentando. El componente de sufrimiento no necesita ser agregado en la mezcla en absoluto.
Otro enfoque para aumentar nuestra adaptabilidad es mirar lo contrario. Lo contrario de la flexibilidad es rigidez. Una de las razones por las que nos quedamos atrapados en la rigidez es porque nuestros cerebros están conectados para juicio, análisis y resolución de problemas. Alguien que es rígido se siente amenazado por el cambio y nuevas ideas, mientras que alguien que es adaptable se siente emocionado al continuar avanzando.
Con una mentalidad rígida, creemos que ya sabemos la respuesta a un problema o qué de nuevo ofrece la situación. Si bien hay situaciones en las que hay una buena razón para no cambiar algo, tener flexibilidad psicológica proporciona la capacidad de mantener un equilibrio de valores con capacidad de respuesta ante el cambio continuo. Pregúntese si hay cualquier área en la que pueda ser rígido. ¿Cómo manejaría las cosas de manera diferente si fuera mas adaptable? Solo reflexionar sobre estas preguntas aumentará su adaptabilidad.
La adaptabilidad es clave no solo en el contexto de nuestras interacciones cotidianas, sino que se desarrolla como una habilidad necesaria a nivel global. La rigidez alimenta una gran cantidad de conflictos en todo el mundo. Aparece como justicia propia en la política, la religión y la economía. También puede bloquear personas en enfoques muy competitivos de ganar o perder que valoran el dominio sobre la colaboración. ¿Entonces, ha notado que algo de esto ha sucedido últimamente?
La rigidez nos congela en el sufrimiento y minimiza nuestra capacidad de pensar creativamente. Los juicios crean sufrimiento que solo nos lastima y no a las personas o instituciones que juzgamos. La resiliencia nos ayuda avanzar la flexibilidad y nos ayuda a crear opciones.
He usado esta cita antes, pero creo que vale la pena repetirla: “No es la especie más intelectual de la especies que sobrevive; no es el más fuerte que sobrevive; pero la especie que sobrevive es la que puede adaptarse y adaptarse mejor a los alrededores que constantemente están cambiando en donde se encuentra " ~ Charles Darwin
La verdad sobre la pandemia es esta. Nadie sabe. Nunca hemos hecho esto antes. Expertos y políticos van a cometer errores. Más personas se enfermarán y desafortunadamente, más morirán. Necesitamos mirar hacia adentro y prestar atención a nuestros propios instintos. Mi sentido común me dice que usar una máscara es una buena idea. El suyo puede decirle lo contrario. No sabemos con certeza quién tiene la razón o no y ese no debería ser el enfoque en este momento.
Probablemente no sabremos hasta años después de que esto termine cómo realmente funcionó, qué son los impactos de salud, cuál es el costo económico total y cómo abordarlo de manera diferente si regresa. Esto significa que para el próximo año o dos, enfrentaremos incertidumbre sobre múltiples de problemas diariamente. Al trabajar para aflojar nuestra rigidez y observar nuestros juicios, podemos aprender a ir más con el flujo, sea cual sea la dirección que tome. Y podemos abrirnos hacia más compasión por nosotros mismos y para los demás. En lugar de pelear entre sí por quién tiene razón o no, todos podríamos centrarnos más en soluciones para mejorar la vida de todos los que están bajo estas circunstancias difíciles. Porque solo son nuestras mentes las que realmente se interponen en el camino.
Siempre podemos volver al momento presente, que es un momento seguro. Solo tome pausa. Respire. Y encuentre el bien, o la compasión, o la empatía, o la gratitud, o cualquier otra emoción que lo eleve en lugar de tirarlo hacia abajo.
Hemos llegado hasta aquí, así que no hay razón para creer que no podemos llegar hasta el final de la pandémica. Solo necesitamos cuidar nuestras mentes.
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