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Ser o no ser vacunado/a


Todos nos enfrentamos a la misma decisión en estos días, si debemos vacunarnos o no. Funcionarios de salud están bastante frustrados con la cantidad de personas que afirman que no lo harán y hay mucho juicio en contra de esa gente. Antes de crear otra gran división, vamos a tomar en cuenta que hay muchas razones legítimas por las que algunas personas pueden dudar en obtener la vacuna. La nueva tecnología que la mayoría de nosotros no entendemos realmente, condiciones de la salud subyacentes en las que aún no se han realizado estudios para demostrar la eficacia o seguridad para estas personas, desconfianza por parte de grupos de personas donde ha habido una larga historia de experimentos no éticos realizados sin consentimiento, desinformación por motivos políticos y, estoy segura, que existen muchos más.


Admito que yo mismo dudaba. Tiendo a seguir un enfoque más natural u holístico con respecto a mi salud y he tenido bastante éxito con esto durante los últimos 20 años o más, hasta hace muy poco. Y no he sido vacunada por nada en décadas. Paré en los 90 después de varios años de contraer la gripe justo después de recibir la vacuna contra la gripe y decidí omitirla un año para ver si todavía contraria la gripe. Por cierto, las vacunas actuales contra la influenza no causan la influenza. Pero el punto es que lo hice y ese año no contraje la gripe o cualquier año desde entonces. No estoy defendiendo que nadie se vacune contra la gripe ni soy un "anti-vacunas". Me acabo de dar cuenta de que para mí, mi sistema inmunológico parecía funcionar simplemente bien para evitar que me enfermara, por lo que no parecía haber una razón para obtener una vacuna. También tengo lo que considero un escepticismo saludable cuando se trata de productos farmacéuticos.


Creo que es asombroso lo que hemos hecho científicamente y que hay tantos tratamientos disponible para personas que sufren. Al mismo tiempo, creo que las empresas farmacéuticas tienen un conflicto de intereses inherente. Tienen que obtener ganancias, así que creo que hay muchas drogas disponibles ahora que pueden hacer más daño que bien, pera impulsar las ganancias de las empresas. Eso es capitalismo, así que no lo juzgo, pero tampoco siento empujo de tomar los medicamentos. Para quienes padecen diversas dolencias, los medicamentos recetados pueden representar un enorme mejoramiento en su calidad de vida, por lo que ciertamente no estoy juzgando eso tampoco. Como las vacunas, yo no había tenido una receta en aproximadamente 20 años hasta que me estaba preparando para un procedimiento dental de 3 horas incluyendo la cirugía de las encías y me ofrecieron Halcion para relajarme. Dije que si, muchas gracias y qué milagro en una pastilla diminuta. Así que no estoy en contra de las vacunas ni de las recetas medicas; simplemente no soy pro esos cosas como primera línea de respuesta a problemas de salud.


Como saben mis oyentes habituales, el otoño pasado, me diagnosticaron con polimialgia reumática, o PMR, que es básicamente una inflamación severa que causa un dolor intenso en los hombros y las caderas. La inflamación de la PMR se debe a un sistema inmunológico hiperactivo que ataca por error partes sanas del cuerpo. Los corticosteroides inhiben el sistema inmunológico para que se desacelere o se detenga el ataque interno. No es ideal en medio de una pandemia, sin duda, pero es la única opción disponible, así que dije que sí a una receta de nuevo. Pero como millones de personas con sistemas inmunológico reprimidos debido a condiciones de salud o tratamientos farmacológicos, estaba totalmente confusa cuando se trata a las vacunas porque durante los ensayos de vacunación, no tenían suficiente personas inmunodeprimidas que se ofrecieron voluntariamente para estudiar los efectos.


Otro grupo excluido en los ensayos fueron las mujeres embarazadas o las mujeres que estaban tratando de quedar embarazadas, por razones éticas sin duda, pero que todavía deja una enorme población confundida acerca de lo que es mejor para su salud y seguridad. Ahora se está publicando información declarando que es seguro vacunarse si está embarazada, pero aún no hay información nueva con respecto a personas inmunodeprimidas, como pacientes con cáncer, personas con VIH, una variedad de otras enfermedades crónicas y los millones de personas que toman corticosteroides y otras drogas que afectan el sistema inmunitario.


Menciono mi situación personal como ejemplo de por qué no deberíamos sacar conclusiones precipitadas: juzgar a los demás que dudan en recibir la vacuna. No conocemos las historias de otras personas. Nosotros no conocemos sus condiciones de salud subyacentes, sus antecedentes personales con el sistema de salud o sus historias ancestrales. Incluso aquellos que están evitando la vacunación debido a afiliaciones políticas lo están haciendo basándose en sus sistemas de creencias, y si alguien cree firmemente en algo, no importa si no es realmente cierto porque lo es para ellos.


La solución es información precisa. Lo confesaré, mis intentos iniciales de investigar el tema fueron frustrantes. Todos los sitios web farmacéuticos afirmaron lo mismo, que debido a la falta de información durante los ensayos, no pueden garantizar la eficacia o seguridad. Y esto no brinde mucha tranquilidad. Yo tuve la suerte de hablar con el director general de una de las empresas de biotecnología que participan en desarrollar y probar el sistema de entrega de ARNm, que es el modelo utilizado tanto por Pfizer como por Moderna. Él amablemente me dio su tiempo para explicar cómo funcionan, por qué no deberían tener impacto en mi salud a pesar de que estoy inmunosuprimida, y me animó encarecidamente a recibir la vacuna específicamente debido a mi condición. Tengo un mayor riesgo de contraer el virus porque mi sistema inmunológico no funciona correctamente debido a los corticosteroides. El tambien aseguro que, a diferencia de muchas vacunas, estos productos no contienen virus vivos y, por lo tanto, no pueden darme el Covid-19.


Esta información me ayudó a tomar una decisión, que es vacunarme una vez que sea elegible. Pero muchas, muchas personas no obtienen este tipo de información, por lo que basan sus decisiones en creencias preexistentes, que pueden ser exactas o no. Lo mejor que podemos hacer es quedarnos consciente, y para tomar decisiones basadas en lo que creemos que es correcto para nosotros considerando los hechos que tenemos a nuestro alcance, así como considerar las consecuencias para nosotros mismos y para los demás si elegimos no ser vacunado. Podemos ayudar a otros a tomar decisiones conscientes al compartir información o recursos para aquellos que no están seguros, lo cual es mucho más efectivo que culpar, avergonzar, regañar o cualquier otro tipo de comportamiento crítico.


Lo que no podemos hacer es decidir que nosotros tenemos razón y que esas otras personas están equivocadas y luego tratar de demostrar nuestra punto. Eso solo conduce a la confrontación, que no es una estrategia de conflicto eficaz. Y como yo mencione la semana pasada, ninguno de nosotros lo sabe con certeza. No soy epidemióloga ni tengo ningun tipo de título médico. Soy una persona que intenta tomar la mejor decisión posible por mi propia salud y por el bienestar de los demás. Animo encarecidamente a los demás a que hagan su propia investigación, para que se asegúren de que no están tomando una decisión basada en la agenda personal de otra persona, la desinformación, o eventos históricos pasados ​​que pueden no aplicarse ahora, y hablar con su proveedor de atención médica sobre cualquier inquietud que tenga. Si investiga en línea, hágalo con precaución. Preste atención a quien esta proporcionando la información. El blog o la cuenta de Twitter de Mark no es una fuente confiable a menos que Mark sea un científico, médico u otro tipo de experto en salud, por ejemplo. No descarte su sentido común. Yo incluí los sitios de compañías farmacéuticas en mi investigación porque mi sentido común me dice que no publicará algo en su sitio web que pueda hacer que los demanden, lo que, al revés, lo hace conservadoramente confiable.


Alguien me preguntó recientemente si creía que era posible que la implementación de la vacuna fuera un complot para insertarnos algún tipo de microchip por razones nefastas. No soy contra las teorías de conspiración tampoco, estoy segura de que existen conspiraciones reales, pero encuentro que la mayoría no proporcionan ningún beneficio para mí, por lo que de nuevo recurro al sentido común. Mi respuesta fue que probablemente tenemos la tecnología para hacer eso, pero hay formas más fáciles de hacerlo si ese fuera un objetivo, sin traer la economía a seco, lo que es bastante contrario a los objetivos de las grandes empresas y las grandes farmacéuticas, por lo que no me preocupa. La persona que preguntó luego dijo que se sentía mejor porque eso tenía sentido.


Las creencias no son verdades y podemos elegir lo que creemos. Elijo no creer en el teorías de conspiración que corren desenfrenadas en todo el mundo con respecto a las vacunas. Eso no quiere decir que tenga razón. Significa que con el pensamiento y la reflexión atentas, no tiene sentido para mí, para poder ajustar mis creencias y tomar decisiones basadas en los hechos disponibles y no en las historias sin fundamento fáctico. Sé que las teorías de la conspiración corren desenfrenadas cada vez que algo sucede que no entendemos, donde la información es inconsistente o donde el miedo está involucrado. Teniendo en cuenta los eventos de los últimos años, puedo entender completamente por qué las historias son abundantes.


Un enfoque consciente de este tema tan candente es simple. Aceptando que ninguno de nosotros sabe por absolutamente seguro de lo que es mejor para nosotros en esta situación, y que ciertamente no sabemos qué es mejor para otra persona, eliminando la carga emocional que hemos creado y que no sirve para nosotros. Tenemos una gran cantidad de datos científicos que indican que las vacunas pueden ayudar a prevenir que contraigamos enfermedades, o al menos de ponernos muy enfermos, y puede permitirnos alcanzar la inmunidad colectiva y volver a vivir vidas más normales. Para aquellos con ciertas condiciones de salud, se requiere atención e investigación adicionales para tomar una decisión informada de cualquier manera. Hay quienes creen firmemente que las vacunas no son la mejor opción para ellos, que es su derecho. Y hay aquellos que se han metido atrapados en la retórica política o las teorías de la conspiración que pueden cambiar de opinión con información mas precisa que está cada vez más disponible. Y nuevamente, espero que lo vean antes de tomar una decisión final de cualquier manera.


Si bien es fácil decir que las vacunas o cualquier cosa relacionada con la salud no son cuestiones políticas, eso simplemente no es nuestra realidad actual. La salud es un tema político de primer orden, las grandes farmacéuticas son definitivamente un cuestión política y, francamente, cualquier cosa puede convertirse en una cuestión política. El punto aquí es, la política realmente puede enfermarnos ahora, por lo que nos conviene tomar nuestras decisiones basadas en hechos y nuestra propia intuición, independientemente de nuestras creencias políticas de otra manera.


Podemos aprovechar nuestros sistemas de orientación internos para ayudar a determinar nuestra elección. Al aquietar el remolino de pensamientos en nuestras mentes y realmente sintiéndonos en nuestros cuerpos, podemos preguntarnos si la vacuna es la mejor opción para nuestra propia salud y bienestar. Recuerde, no podemos pensar claramente cuando está estresado, por lo que si tiene dificultades para tomar una decisión, tómese un tiempo para sentarse en silencio, concentrándose en la respiración hasta que se sienta tranquilo, y luego permita que sus preguntas lleguen a la superficie. Simplemente observe sus pensamientos, sin juzgar, y mientras lo hace, observe cómo su cuerpo se siente. ¿Se está contrayendo en alguna parte? Cuando piensa en vacunarse, ¿su estómago se aprieta o se siente relajado? Si lo aprieta, concéntrese en esa área del cuerpo y observe los pensamientos que surgen. ¿Cuáles son sus creencias y de dónde vienen? Tenga curiosidad y simplemente explore. En el fondo, sabemos qué es lo mejor para nosotros. Si quitamos el desorden en nuestras mentes e historias de miedo y solo escuchamos nuestras pensamientos y cuerpos, podemos tomar la mejor decisión para nuestras propias circunstancias.


Una forma de fortalecer la conexión entre la mente y el cuerpo y la consiguiente autoconciencia es el yoga. Continuando con nuestra exploración de varios tipos de meditación, el yoga es una forma antigua de lo que es ahora una meditación conmovedora. La palabra Yoga se deriva de la raíz sánscrita Yuj, que significa unir, yugo, o unir. El propósito del yoga es unir la mente y el cuerpo, uniendo a la conciencia individual y la conciencia universal. Esta unión crea la perfecta armonía entre la mente, el cuerpo y el universo.


La historia del yoga tiene miles de años y se deriva de una tradición antigua, con una compleja historia de la espiritualidad, la filosofía, la ciencia y la creatividad. A través de los diversos antiguos textos, linajes yóguicos, símbolos, danzas y canciones, sabemos que surgió de las muchos diferentes culturas de la India. Esto incluye el hinduismo, el budismo, el jainismo y muchas otras religiones. Hoy en día, no consideramos necesariamente el yoga como una práctica religiosa, sino los primeros escritos conocidos sobre el yoga provino de los Vedas, que significa conocimiento, que son antiguos textos espirituales hindúes, al igual que la religión cristiana se referiría a las escrituras. El primer Veda, conocido como el El Rig Veda tiene entre 3100 y 3700 años.


En su forma más temprana, el yoga era simplemente meditación, la unidad de mente y cuerpo para formar un puro estado de conciencia, en el que la conciencia de la parte "yo" del ser propio se evoluciona hacia un estado puro del sentido de lo divino. La herramienta que los practicantes usaban para alcanzar este estado era mediante el uso de mantras, el canto repetitivo o canto de ciertos sonidos que se alinean con lo divino. Más tarde en el periodo védico, los Upanishads fueron escritos como parte de un movimiento espiritual para sacar el yoga de prácticas externas ritualísticas y trasladarlo a una exploración más interna. Los Upanishads son donde por primera vez comenzamos a ver una semejanza de lo que el yoga se ha transformado en la actualidad.


Una de las figuras más prolíficas del yoga fue Patanjali, un sabio de la antigua India. El escribió el Yoga Sutras, que es un texto de yoga clásico que la mayoría de los maestros, gurús o yoguis devotos han estudiado. El simplificó el yoga como una práctica "para calmar las fluctuaciones de la mente". Existen diferentes escuelas de pensamiento sobre el yoga, su propósito y sus orígenes, pero todos coinciden en que el objetivo es lograr la "unidad".


El yoga moderno occidental se parece muy poco al yoga en la era de Patanjali. Asana o postura en Sánscrito, es parte de la práctica de Hatha yoga, que está más estrechamente relacionada con los tipos de yoga que vemos en los estudios de yoga de hoy. Hay muchos estilos diferentes de yoga para elegir, por lo que es importante probar diferentes tipos para ver qué resuena con usted.


Vinyasa es un yoga de ritmo más rápido que requiere una transición suave entre asanas o posturas, y un enfoque en la respiración. Se conoce comúnmente como yoga de "flujo", ya que permite la respiración y el movimiento que fluya sin problemas. Este tipo de práctica es muy común y probablemente se encuentre en la mayoría de los estudios locales. Vinyasa yoga es adecuado para todos los niveles y puede atraer a cualquiera que quiera más movimiento y menos quietud en su práctica de yoga.


Bikram, que lleva el nombre de su fundador, es una secuencia de yoga caliente de 26 posturas, practicada en una habitación calentada a aproximadamente 105 grados, con 40% de humedad, destinada a replicar el clima de la India. En este estilo, cada postura se mantiene durante 10 a 60 segundos, dependiendo del nivel de habilidad. Es un régimen muy estricto, con movimientos repetitivos y definitivamente para aquellos a los que no les importa sudar.


El Yin Yoga se suele realizar como práctica reparadora. Es un estilo de yoga más lento, donde cada postura es sostenido en cualquier lugar desde un minuto hasta más de cinco. Tiene sus raíces en una mezcla de artes marciales y yoga, y está diseñado para aumentar la circulación en las articulaciones y mejorar la flexibilidad. Yin se centra en las caderas, la parte baja de la espalda y los muslos y utiliza accesorios como cojines, mantas y bloques. Esto permite que la gravedad trabaje para usted, ayudándole a relajarse. Esta práctica es ideal para quienes necesitan restaurar el tejido conectivo o para aquellos interesados ​​en una práctica de ritmo más lento.


Iyengar Yoga es una práctica clásica basada en la alineación, desarrollada por BKS Iyengar. Requiere un alto nivel de entrenamiento, y casi siempre utiliza accesorios, incluyendo sillas, paredes y bancos, en además de los más comunes como correas, bloques y refuerzos. Es una forma de yoga más estática y se centra en la alineación detallada junto con posiciones más prolongadas. Iyengar suele ser menos intenso que otros tipos de yoga, y generalmente es adecuado para personas de todas las edades y niveles de habilidad. Esta práctica está bien adaptada para aquellos con limitaciones físicas o aquellos en busca de una mejor forma clásica de yoga.


Hay muchos otros tipos de yoga, como Power Yoga, Sivananda Yoga y Yoga Restaurativo. Cubriremos Kundalini Yoga con más detalle en las próximas semanas, ya que estamos entrevistando a la autora Madhur-Naim Webster sobre su nuevo libro, The Stressless Brain, The Power of Meditation and Psychology to Create a Stress-free Life. Lo cual en español significa El Cerebro sin Estrés, El Poder de La Meditación y la Psicología para Crear Una Vida Sin Estrés.


Recuerde de mantener la curiosidad y que es mejor darse tiempo para explorar sus opciones y vea qué se adapta mejor a su mente y cuerpo. Y, por supuesto, si tiene alguna condición médica o inquietudes, consulte con su proveedor de atención médica antes de comenzar cualquier práctica de yoga.


Hasta la próxima vez. Que tenga una semana maravillosa.



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