top of page
Search
  • teresamckee

Las Fotografías en Nuestras Mentes



Creo que hoy deberíamos comenzar respirando profundamente por la nariz y despues exhalar suspirando con alivio. Un gran suspiro. Listo? Dentro ... ahhhhh. Gracias, yo necesitaba eso. Lo necesitaba porque las cosas están cambiando de nuevo y hay una parte de mí, la parte más antigua de mi cerebro, que realmente quiere resistirlo. Mi amígdala, como la mayoría de las suyas, interpreta el cambio como un probable peligro. Y francamente, creo que nuestra amígdala esta cansada de los cambios constantes que hemos estado experimentando en los últimos meses. Resistir lo que está sucediendo no sirve de nada, por supuesto. La mayoría de nosotros tenemos que hacer una decisión ahora. El viejo cerebro quiere resistir y si lo hacemos, es algo que estamos eligiendo. O podemos comenzar a inclinarnos en lo que viene y comenzar a adaptarnos a lo que está sucediendo. Esa también es una elección. Los cambios vendrán, independientemente de nuestras elecciones, pero nuestras elecciones determinarán si nuestros resultados nos beneficiaran o nos causaran más sufrimiento.


Tenemos una imagen continua en nuestras mentes de cómo las cosas "deberían" ser. Cualquier cosa que interfiera con nuestra imagen provoca estrés, desilusión, molestia, ira o miedo. Como un adolescente, si nosotros imaginaríamos cómo seria nuestro primer auto, probablemente un auto deportivo rojo y brillante, y cuando llegue el día para obtener el auto y lo que terminamos teniendo es un viejo Volkswagen amarillo, en lugar de entusiasmo por conseguir un auto, estamos decepcionados. Todavía tenemos un automóvil y la libertad que ofrece, pero no es lo que representa.


Creo que la razón por la cual la tasa de divorcios es tan alta se debe a nuestras fotos mentales. Creamos una imagen de cómo el matrimonio debería verse. Esa imagen fue desarrollada a base de nuestras observaciones de nuestros padres o quizás abuelos, o de una película que vimos, o de una novela que leímos. Entonces nos casamos y la realidad no coincide con la imagen. No todo es amor y romance o pasar cada minuto juntos felices. Es un trabajo duro y puede ser frustrante y nos damos cuenta de que la eternidad es un tiempo muy largo.

Todos tenemos imágenes de cómo deberían ser nuestros trabajos, cómo deberían comportarse nuestros jefes, cómo supuestamente nos costará mucho dinero para ser felices y cómo será la jubilación. Nosotros también tenemos una idea de cómo debería ser la sociedad, cómo deberían comportarse nuestros vecinos y cómo el mundo debería funcionar.


Estas imágenes crean nuestra percepción de la realidad. Olvidamos que inventamos las fotos en nuestras mentes y que percepción no es realidad. Si es nuestra realidad, pero no hay una sola realidad. Cada uno de nosotros experimentamos la vida completamente diferente. Dos personas pueden mirar lo mismo e interpretarlo de manera diferente debido a su propia percepción. Y cuando reconocemos que alguien más no ve esa cosa de la misma manera que uno lo ve, determinamos que están equivocados y que nosotros tenemos la razón. Y esto, tan loco como suena, es cómo vivimos y la razón por qué hay tantos problemas en el mundo.


Es difícil comprender que todo está en nuestras propias mentes. Considera hoy. La mayoría de nosotros todavía estamos en casa. ¿Cuál es su percepción de esa situación? ¿Todavía está atrapado en casa contra su voluntad cuando debería estar en el trabajo o jugando en la playa? ¿O, en vez, pasa un día tranquilo en casa, y se pone al día con todas las cosas que antes no tenía tiempo? Misma situación pero inmensamente diferentes perspectivas que tienen un impacto muy diferente en nuestra sensación de bienestar.


Estamos viendo mucha más resistencia ahora, en esta fase del cierre global. A medida que la gente comienza a protestar en grupos, exigiendo sus derechos y violan los mandatos, se resisten a la situación. Negar de usar una máscara o a distanciarse físicamente es otra forma de resistencia. Gobiernos ahora se apresuran a reabrir la economía, que es realmente una forma de resistir las resistencias. Ellos reconocen que reabrir ahora probablemente no es una buena idea y conducirá a un aumento en enfermedad y muerte, pero se resisten a seguir los consejos de los científicos porque quieren ser reelegidos o quieren evitar ser considerados responsables si viene un colapso económico.


La verdad es que nadie sabe realmente lo que está por suceder. La ciencia ha estado equivocada antes. Los economistas se han equivocado antes. Los políticos se han equivocado antes. De hecho, nunca sabemos lo que viene. Solo pensamos que sabemos por nuestras imágenes que tenemos en nuestras mentes. Nuestras percepciones crean nuestra realidad.

Lo que todas estas personas que vemos en las noticias realmente están resistiendo es el cambio. No creo que la mayoría de nosotros incluso hemos comprendido realmente la magnitud del cambio que está ocurriendo en este momento. La mayoría de los cambios que enfrentamos no se deben realmente a la pandemia. Ya nos dirigíamos a estos cambios a gran escala, pero a un ritmo mucho, mucho más lento. La pandemia simplemente aceleró el proceso dramáticamente.


Hace tiempo que sabemos que la inteligencia artificial va a cambiar la forma en que vivimos y trabajamos. Sabíamos que el trabajo remoto se convertiría en la norma porque es mucho más eficiente y menos costoso que millones y millones de personas que van a otro lugar a hacer su trabajo. Sabíamos que las disparidades económicas estaban llegando a un punto de ruptura. Sabíamos que al menos en los Estados Unidos, nuestro sistema de atención médica, nuestro sistema educativo y nuestro gobierno se estaban desmoronando. Sabíamos que la falta de vivienda y la inseguridad alimentaria continuaban aumentar en todo el mundo. Y sabíamos que estábamos enfrentando graves consecuencias ambientales de seguir viviendo de la forma en que estábamos viviendo. La mayoría de nosotros lo sabíamos, pero lo guardamos en algún lugar lejano de nuestras mentes porque era demasiado abrumador para mantenernos a la vanguardia.

Luego, la pandemia golpeó y trajo todos estos hechos a un punto sorprendente. Ahora tenemos que escoger. Resistir lo que viene significa que queremos que las cosas vuelvan a ser como eran. Muchos de nosotros no queremos tener que aprender nuevas habilidades, considerar cambios de carrera o alterar nuestros estilos de vida. Nosotros queremos mantener la imagen de nuestra vida igual.


Todo este cambio no coincide con nuestras imagenes.

Para exacerbar esta condición incómoda es que no tenemos una nueva imagen para reemplazar nuestra imagen actual. Todo lo que podemos ver ahora es desempleo masivo, miles de empresas cerradas, millones de personas enfermas y una alarmante falta de liderazgo que nos dice cómo podemos volver a poner nuestras vidas de regreso.


Pero podemos elegir cómo queremos vivir y quiénes queremos ser. A medida que los gobiernos abran de nuevo el mundo, podemos elegir hasta dónde estamos dispuestos a salir y cuándo. Podemos considerar si nuestras carreras pueden continuar en alguna apariencia de su estado anterior o si es hora para hacer un cambio. Básicamente, se nos ha dado un gran cambio, lo queremos o no. Nosotros podemos optar por aprovechar eso o no. En otras palabras, podemos decidir cambiar el imagen en nuestras mentes o no.


No estoy implicando que esto sea fácil de ninguna manera. Lo he estado pasando yo misma durante los últimos dos meses y es un desafío. Mi mente primero quería esperar y ver si podía volver a como estaban las cosas. Pero eso no es realista. Mi carrera hasta el 19 de marzo aquí en Los Ángeles en gran medida incluyó la realización de talleres interactivos en vivo para ayudar a los grupos a aprender a llevarse bien y tener éxito. Realizaba retiros de liderazgo en centros de conferencias y hoteles. Realizaba sesiones de coaching uno a uno en persona. Estaba facilitando grupos de meditaciones y ocasionalmente participaba en conferencias. Y en el transcurso de una semana, cuando cancelé evento tras evento tras evento, tuve que usar todas mis habilidades de atención plena para no permitir que el pánico se apodere de mi. Un día mi calendario estaba lleno por tres meses y al día siguiente, estaba completamente vacío. Definitivamente fue un golpe.


También, digamos, tengo una edad en la que solo me quedan unos pocos años para apuntalar mi ahorros de jubilación que son lamentablemente bajos. Agregue otro golpe a mi imagen de cómo mi vida iba a ser la próxima década.


Tuve que elegir. Resistir o adaptarme. Elegí adaptarme y comencé a descubrir cómo conducir talleres en línea. Incluso hicimos nuestro primer retiro virtual hace un par de semanas. Tuvimos un nuevo programa de certificación de coaching en línea, y ahora estamos agregando clases en línea como opciones independientes. Pero todo esto requería mucha mentalidad abierta y desarrollo de habilidades. Tuve que aprender, en gran parte a través de prueba y error, cómo usar tecnología con la que no estaba familiarizada. Tuve que cambiar mi forma de pensar sobre las redes sociales, que francamente, no tenía mucho uso antes de esto. Tuve que obligarme a ver video tras video instructivo para aprender nuevas aplicaciones informativas.


¿Mi mente trata de resistir? Si lo hace. Pero el hecho es que no es probable que las reuniones grupales vuelvan a suceder por mucho tiempo. Resistir ese hecho no me va a servir. Solo causaría más estrés, menos ingresos y un impacto negativo en mi salud y bienestar. También podría afectar negativamente a mis empleados. Pueden estar lidiando con algunos de los cambios que han tenido en su trabajo también, pero debido a la adaptación, todos seguimos ganándonos la vida y lo resolveremos a medida que avanzamos.


Muchas personas ahora tendrán que enfrentar estos mismos problemas. Todo no va a volver

a la normalidad. Algunos trabajos seguirán siendo los mismos, me imagino. Si era un trabajador de construcción, trabajador de transporte o enfermera, sus trabajos pueden ser muy similares a lo que eran antes de la pandemia. Pero si era mesera, guía de viaje o profesora, tal vez no. No significa que esas industrias desaparecerán, pero que tendremos que hacerlas de manera diferente. Y eso puede significar aprender nuevas habilidades lo más rápido posible para garantizar que tengamos la mejor oportunidad de recuperarnos económicamente una vez que llegue el momento. Sin embargo, lo más importante es el hecho de que primero tenemos que cambiar la imagen en nuestras mentes.



Yo crea que la imagen en nuestras mentes será nuestro mayor desafío. ¿Me gusta tanto enseñar en línea? En vez de hacerlo en persona? No, no es lo mismo en absoluto. Estaba energizada por la energía de otras personas en mi eventos. Jugamos juegos, reímos, cantamos, bailamos, lloramos, era muy experimental y motivadora. Ahora es una pantalla plana donde la mayoría de las personas están en silencio y siento que soy un pez dorado en una pecera con cien caras mirándome desde pequeñas cajas en mi monitor, es muy raro. Pero sin embargo, algo me animó. Los programas de entrevistas nocturnos. Resulta que tenían exactamente el mismo problema y todavía estoy luchando con cómo ser divertida e inteligente sin una audiencia, así que me sintió validada. Esto se siente difícil. También me di cuenta de que si no lo estaba comparando con lo que era antes, en realidad está bien. Todavía estoy haciendo llegar mi mensaje y ahora no tengo que hacer mil copias de folletos, empacar contenedores con juegos, campanillas, timbres y obsequios, luchar por cargar todas esas cosas en mi auto cada mañana y luego pasar 15 horas a la semana sentada en el tráfico. Tampoco estoy físicamente agotada al final de mis días de trabajo. Tengo fatiga de Zoom, claro, pero eso es algo que yo probablemente pueda mejorar mientras jugueteo en este nuevo mundo virtual. El punto es que es diferente, pero no necesariamente peor de lo que era.


La verdad es que nadie sabe exactamente qué va a pasar. Quizás haya una vacuna milagrosa dentro de meses. Quizás el virus se extinguirá antes de lo esperado. Tal vez volver a las tiendas y restaurantes no causará un aumento en la enfermedad y la muerte. Espero que todo eso sea verdad. Pero mi mente ahora se resiste a regresar demasiado pronto. Mientras sigo lentamente cambiando la imagen en mi mente, reconozco que debo ser consciente al recordar que mi imagen y mis sentimientos son mi percepción, pero no la realidad de otra persona. Puedo elegir para yo misma, pero no para otras personas.


La mayoría de las personas tendrán que hacer al menos algunos cambios a medida que vuelvan a emerger de su casas. Como mínimo, la mayoría necesitará ajustar las imágenes en sus mentes para no crear una barrera sabotaje para la recuperación económica y para disfrutar de la vida más allá de los muros de nuestras propias casas. Nuestros viejos trabajos y actividades pueden verse y sentirse diferentes, pero no tiene que ser visto como negativo, sólo diferente.

En los próximos días, comience a tomarse un tiempo para considerar lo que desea. La atención plena incluye espacio entre nuestras mentes y emociones. Intente salir de una respuesta emocional y simplemente observe neutralmente su vida como fue quizás en noviembre o el diciembre pasado. Lo que ve, le me gusta? ¿Qué no le gustaba al respecto? Comience una lista, identificando esos factores. Creo que también es importante anotar sus tres valores principales en esta lista, junto con sus prioridades principales. Sólo póngalo todo en papel de alguna forma y luego comience a jugar. Tener un poco de visión o soñar durante el día de cómo le gustaría que fuera su vida ahora.


Tardará más de unos días en cambiar las imágenes en nuestra mente y llegar a una estrategia para volver a entrar y navegar en el mundo nuevamente. Pero la forma increíble en que funcionan nuestros cerebros es que una vez que comience a escribir ideas, su cerebro seguirá trabajando con ellas, pensando en ejemplos y escenarios. Obtendrá una visión repentina mientras se baña, suponiendo que todavía está tomando duchas. Notará nueva información relacionada con lo que ha escrito mientras está en línea o viendo televisión y pensando, qué casualidad. Solo que no es realmente, es su cerebro emitiendo el comando para buscar lo que ha considerado importante escribiéndolo.


Si la idea de todo esto lo abruma, simplemente pare y relájese. Aún no tiene que hacer esto si no está listo. Olvídese de hacer listas, retoques y visiones. Pero definitivamente puede comenzar a pensar en ello. Puede comenzar a deshacer la imagen actual en su mente y aceptar que es posible que tenga una nueva imagen o incluso un lienzo en blanco, aunque solo sea temporalmente.


Lo más sorprendente de todo es que todavía estamos aquí, todavía seguimos y superaremos esto. Somos resistentes por naturaleza, así es como hemos sobrevivido tanto tiempo. Y continuaremos sobreviviendo, aunque tengamos experiencias desafiantes. La clave de la felicidad y lo último de la salud, sin embargo, es prosperar, y podemos hacerlo también, teniendo en cuenta, de estar abiertos a nuevas ideas y al estar dispuestos a hacer lo que sea necesario para que surjan nuestras nuevas realidades.



6 views0 comments

Recent Posts

See All
bottom of page